lunes, 27 de agosto de 2018

Mi postparto y el hipotiroidismo (IV)


Antes del embarazo ya era hipotiroidea, cosa de familia. Mis niveles eran bajitos pero los síntomas estaban ahí y por eso decidieron ponerme medicación y me sentaba de maravilla!!!

En cuanto me quedé embarazada, la matrona me duplicó la dosis y durante todo el embarazo mis niveles se mantuvieron perfectos. El problema vino después del parto...
Mi doctora de entonces se centró en que adelgazase, no hizo mucho caso a la anemia que tenía ni a mi hipotiroidismo, realmente no hacía caso de nada que no tuviera relación a las dietas... ya os conté cómo me fue con ella aquí.

Como ya sabréis, decidí que ya esa mujer no iba a ser más mi médico, así que fui a ver al nuevo antes de hacerme la doppler de las piernas a contarle todas las novedades y me llevé las mejores de las sorpresas. Me escuchaba, no me ponía en duda e iba escribiendo todo lo que le contaba y veía en los informes, porque la otra loca no tenía nada apuntado... Qué maravilla de médico!!! Encantada me quedé.
"¿Y cómo vas con la nueva dosis de Eutirox?"- me preguntó. Cara de loca se me debió poner... ¿¿¿Qué nueva dosis???
"¿No te han cambiado la dosis desde el embarazo ni te han hecho controles?"- ahora quien tenía cara de nomelopuedocreer era él...
Pues no. No me miraron nada sobre el tiroides y 4 meses después de parir, ahí seguía yo tomándome la dosis que me pusieron en el embarazo...
Me miró las piernas y coincidió con el ginécologo y el internista en que tenía que hacerme la doppler y ya veríamos después.

Los resultados de mi hormona tiroidea (TSH) no podían ser de otra forma... Estaba frenada. Hipertiroidismo yatrógeno o provocado, me dijo que tenía, por haber estado tomando una dosis demasiado alta para mí. Le expliqué lo mal que me sentía, lo cansadísima que estaba siempre, que se me caía el pelo a manojos más grandes que mi puño, que todo me enfadaba, súper irritable, insoportable hasta para mí misma, una inestabilidad emocional brutal... Me dijo que todo eso lo podía provocar desajustes en la hormona tiroidea, pero que también volvía a tener anemia (me dijo que no se explicaba cómo la otra médico me suspendió el tratamiento de hierro con los valores que presentaba...) y que eso afectaba también al cansancio y a la caída del pelo.

Analítica de nuevo en 3 meses y dosis nueva tanto para estabilizar el tiroides como el hierro.
Por cierto, mi colesterol, mi ácido úrico y todo lo que salió alterado en la analítica anterior (en la cuarentena propiamente dicha) estaba genial. Se lo pregunté muy angustiada porque, aunque considero que mi alimentación es muy equilibrada, todo puede pasar, pero me dijo que aquello estaba alterado porque en aquel tiempo aún me afectaba todo lo del embarazo y demás. Que no debía de haberlo mirado entonces ni mucho menos mandarme tantas dietas como le demostré que me habían mandado...

Médico nuevo, mente nueva. Qué alegría de muchacho!!! Sí, muchacho, que es de mi edad y soy muy joven! jejejejej Y a pesar de ser joven, le veo súper seguro, atento, profesional... vamos, es que me encanta jajaj No puedo estar más contenta con el cambio! Y es que cuando hay problemillas pero confías en tu médico... todo va muchísimo mejor 😊

A los 3 meses volví a consulta a por los resultados del nuevo control. Como siempre nada más verme llegar me mira las piernas, las toca y comprueba que no están hinchadas. Se sonríe y me dice que genial, que lo de operarme seguimos manteniéndolo lejos.
Entonces me siento en la silla que me ofrece y me da por llorar, pero llorar a lágrima viva!!! Madre lo que le cayó al chiquillo aquella tarde...
Empecé a llorar, a contarle que me sentía peor aún, más cansada todavía, que no me da la vida para nada, que duerma las horas que duerma me levanto más cansada, que se me olvida absolutamente todo, hasta de poner alarmas para acordarme de las cosas o mirar las listas de cosas para recordarlas... un desastre!! Emocionalmente... peor que una montaña rusa, el único que me aguanta es el chiquitín y el único que me quita las penas es él y su eterna sonrisa. Cada vez que me peino sale una barbaridad de pelo, mucho más que antes, solo hacía engordar aún sin variar mi alimentación y rutina y en pleno apogeo de mi crisis con Elpapi...
Pues nada, a llorar y a llorar.
Mientras me escuchó pacientemente, mirándome a los ojos y asintiendo. Cuando me callé, sacó los resultados de la analítica y se llevó las manos a la cara...
Había una cosa buena: ya no tenía anemia. 7 meses después ya no tenía anemia!! Pero... ¿y lo mal que me sentía?
Ahí viene lo regular... los niveles de mi hormona tiroidea estaban muy elevados, lo más elevados que jamás he tenido... y de ahí que me sintiera tan sumamente mal. De verdad... pocas veces me he sentido peor, era como si todo se me derrumbase... Incluso llegué a pensar que mi hijo estaría mejor con otra madre que fuese más alegre que yo. Es muy duro contarlo... mucho. Pero lo pensaba, estaría mejor con una madre sonriente, feliz, dicharachera, alegre... Y yo no era así, me pasaba los días llorando aunque no delante de él, que lo nota todo y se me pone a llorar también el pobre...
Se lo conté al médico, me dijo que esos pensamientos eran normales en mi estado, que podría haberse juntado una depresión postparto, la crisis en mi matrimonio y la alteración de la TSH, que de hecho me comentó que podría ser la causante de mi inestabilidad emocional y retroalimentarse una cosa de la otra...
Le comenté que estábamos yendo a terapia, pero que había veces que no podía más... y era por lo mal que yo me sentía. Me comentó que si quería podía recetarme algún ansiolítico, pero no, no quiero, en su día tuve que tomar demasiado y prefiero pasarlo todo sin química. Me dijo que sería más difícil para mí, pero que la recuperación una vez superado todo también sería más pronta.
Me pautó nueva dosis, nuevo control en 3 meses y que estaba allí todos los días por si quería hablar con él.
Me fui llorando más que cuando entré...
Por lo menos había una explicación para todo lo que sentía.

2 meses después, porque no aguantaba un mes más, me hice analítica de nuevo (me pinchan más que en el embarazo!!!) y fui a recoger los resultados... Nerviosita perdía! Me ve llegar, visiblemente mucho más animada que la última vez (aunque no era difícil...) y me dice que mi sonrisa es buenísima señal. Imprime los resultados y... ¡SORPRESA! Había bajado muchíiiiisimo!!! Sigue bastante por encima de los niveles adecuados, concretamente 2 o por debajo de 2 es en lo que debe estar la TSH para afrontar un nuevo embarazo..., pero en cuestión de 2 meses había bajado muy rápido. Muy buena señal.
Le comento que, aún con la bajada, seguía sintiéndome mal pero me dice que es normal, que tenía que darle un poco más de tiempo a mi cuerpo, pero que mi cara lo decía todo y no se parecía en nada a la última vez que me vio.
También le pregunté por un retraso que tuve de unos 4-5 días y me preguntó si podría estar embarazada, que no era posible, y ya me dijo que me daba luz verde para buscar a un nuevo bebé, pues él sabía que quería buscar pronto... le hice saber el miedo que me da ponerme a buscar con la TSH alta, pero me comentó que para septiembre (sí, dentro de pocos días xD) mis niveles seguramente estarían dentro de lo recomendado en el embarazo y que no habría problema.

La anemia más que recuperada, una TSH casi controlada del todo, el ánimo mucho mejor, ilusión y muchas muchas ganas de vivir.
familia feliz juntos unidos
Foto de Personas creado por bristekjegor
Al fin, un año después de convertirme en madre, mi cuerpo y mente van acordes (aunque nunca igual que antes de serlo) y me dejan saborear lo dulce y bonito de la maternidad, me dejan gestionar y asimilar lo amargo y ácido y exprimir cada segundo hasta la última gota, disfrutando de la suerte que tengo por estar los tres juntos, sanos y felices.

Oye... y después del viaje... ¿vamos a por otr@?


Mil gracias por leerme!! ^^

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