lunes, 6 de agosto de 2018

Mi postparto y la preeclampsia postparto (II)


Cuando me vi en casa, con el chiquitín tan chiquitín y con Elpapi trabajando mil horas sin permiso de paternidad, la soledad es muy fuerte. No sé cómo describirlo exactamente, pero es soledad porque necesitaba a mi marido conmigo, no porque físicamente estuviera sola. Laabuela y Latita, siguiendo la tónica del último mes de embarazo, no querían dejarme sola por cómo me veían...
Yo lloraba. Lloraba a todas horas. Siempre estaba llorando por todo y por nada, no encontraba explicación a esos llantos, a esa pena que sentía, porque a veces era pena y tristeza y otras veces era que la felicidad de lo que nos había pasado me desbordaba y no sabía cómo canalizar tanta felicidad... No estaba acostumbrada a que nos pasaran cosas tan maravillosamente grandes. Mi hijo llegó cuando en las dos familias se estaba (y se está) viviendo el duelo por los abuelos de pequegenial... y las hormonas y los nuevos sentimientos que tenía removieron todo lo que tenía dentro.
Siempre estaba llorando, sí, pero también preocupada y preguntándome cuándo me bajaría la inflamación de los pies y piernas, que no sólo no bajaba sino que iba en aumento y dolía cada vez más. ¡Hasta estrías me salieron en los tobillos! Bueno... en lo que debían ser los tobillos... porque el volumen de mis piernas era el mismo en los tobillos, la rodilla y en los muslos... era exagerado y daba miedo solo con verlo.

A los 4 días de nacer mi chico, justo el día que fuimos a la prueba del talón, ¡madre mía qué mal lo pasé! ¡Qué dolor ver cómo mi hijo lloraba y se retorcía de dolor! Me sentí peor aún, muy mala persona -ya no solo mala madre- por no poder hacer nada. En las clases preparto, tuve a una matrona que era un amor pero no le tocaría a mi hijo, porque era la matrona que le correspondía otra zona (en la que yo trabajaba). Pero ella nos explicó que para la prueba del talón antes calentaba el taloncito con un guante lleno de agua caliente, porque al estar caliente sangra más y con más facilidad, y el peque enganchado a la teta de mamá. Cuando no damos teta entonces podríamos darle nuestro meñique o su bibi para que succionase y se calmase y no lo pasara tan mal como lo tuvo que pasar el mío.
Pues mi matrona, la que me corresponde por domicilio, no sabía nada de estas cosas y yo, abrumada que estaba por todo, no acertaba a decirle mucho. Sólo a decirle que mejor yo lo cogía en brazos, que así se calmaría, pero nada. Ella no me dejaba cogerle ni calmarle, solo me decía "¿qué tal llevas la depresión postparto?" así... muy irónica y "simpática" ella..., mientras yo apretaba los puños y lloraba más que mi bebé. Hoy lo habría hecho diferente, directamente le habría cogido en brazos y me habría negado a que le hiciera la prueba de otra forma... pero hoy soy un año más experimentada y de todo se aprende.
Ese día me hicieron también la visita puerperal, mi matrona solo se limitó a mirarme los puntos, a decirme que estaban bien y listo, nada de mirar la tensión ni nada. Se empeñó en que lo que yo tuve fue una episiotomía cuando claramente en los informes ponía desagarro tipo II y el padre fue testigo ocular de todo... en fin. Le comenté que me sentía mal y la inflamación de las piernas, su repuesta fue que es que la hinchazón del embarazo tenía que salir por los pies... Con esa respuesta ya Elpapi (que nos acompañó porque yo no podía casi ni andar...) dijo que nos íbamos a buscar profesionales de verdad...

Ese día me sentía demasiado mal, iba a peor y la inflamación ya subía por encima de las caderas. Ya no me permitía andar porque no podía doblarlas... y me asusté. Me asusté mucho. Empecé a notar dolor de cabeza..., no mis migrañas tensionales, no, un dolor nuevo y fuerte. Y me miré la tensión... que estaba por las nubes.
Pues solo 4 días después del parto Elpapi me tuvo que llevar a urgencias y yo tuve dejar a mi bebé con la Laabuela, él no iba a estar mal (que por aquel entonces solo comía y dormía, ni rastro de lo que vendría después...) pero yo iba a estar sin él. Y ese sentimiento de estar lejos de él era el que me hacía llorar muchísimo, todo el camino al hospital, la estancia en urgencias y el afortunado camino de vuelta. Solo quería estar con él, pero los médicos me hablaban de la importancia de cuidarme a mí para poder cuidarle a él... Fueron muy cariñosos conmigo aquella noche. Me dijeron que tenía una infección de orina brutal y una anemia de caballo, de hecho me preguntaron si me transfundieron en el parto... porque mi hemoglobina 4 días después del parto estaba en 8 y, según me dijeron, el día del parto tendría que estar más baja y por debajo de ese nivel se transfunde sangre. Para la tensión (16/10 cuando llegamos) me mandaron medicación y que si se repetía volviera a ir.

Al día siguiente se volvió a repetir todo, pero con la tensión en 18/10 y tomando medicación. Sin pensarlo, volvimos a hacer lo de la noche anterior. Con llorera y mal rato incluidos. Cuando llegamos, al tener el informe de la noche anterior, al sacarme sangre me pusieron una vía... ¡¡¡Dios mío!!! ¿No voy a poder volver a casa esta noche? Era lo único que me importaba, volver con mi niño. Y ahí fueron más claros conmigo: no sabemos lo que te pasa, para dejarte ir con tu niño, tu niño tiene que tener una madre en condiciones porque, si sigue subiendo la tensión, esto puede llegar a ser muy grave
Asustada nivel máximo.

Elpapi 
solo preguntaba: "pero... ¿es grave?" y ellos le decían: "no porque estáis aquí, si esto no se vigilara sí, sería muy grave". Y al pobre se le desencajaba la cara, como el día del parto cuando veía que el niño no salía porque el cordón le tiraba del cuello y cuando veía la hemorragia que tuve después de parir...
Después de varias horas el diagnóstico fue Preeclampsia Postparto. El médico que me atendió me dijo que era algo rarísimo, pero que era lo que me pasaba... Muy raro en general, pero en mi caso le sorprendía porque soy de tensión bajita en mi estado normal y embarazada nunca vimos que subiera de 12-13/8-9... (aquí os dejo un post sobre la Preeclampsia de La abuela lejana ^^).

Preeclampsia postparto primeriza

La preeclampsia postparto se comporta como la preeclampsia preparto, pero esta última se soluciona dando a luz al bebé, en mi caso ya no había bebé dentro... Según me explicó el médico lo único bueno que podíamos celebrar es que mi bebé estaba en su cuna en vez de en mi útero, porque no afectaba a dos vidas, solo a una. Se sorprendió muchísimo, me dijo que solo pasa al 3% ó 5% de las embarazadas, que nunca lo había visto tan claro, pero que en mi caso sí lo veía.
Tenía casi todos los síntomas: tensión alta, proteínas alta en la orina, dolor de cabeza, inflamación importante de las piernas...
Me puso tratamiento para estabilizar la tensión, me dijo que una vez estable los demás síntomas irían remitiendo, aunque no sabía especificarme el tiempo de espera... solo me hacía mucho hincapié en que me tomara la tensión 3 veces al día y cada vez que me sintiera mal y que, si se volvía a repetir, tendría que volver lo antes posible. De hecho, en el informe que enviaron a ginecología, ponía algo como valorar HELLP... Cuando he sabido lo que es... de verdad, ni me quiero acordar.

Diagnóstico en mano y tratamiento pautado ya estábamos más tranquilos. Habían visto por qué pasaba todo esto y le íbamos a poner remedio. Nos derivaron a ginecología para que ajustaran el tratamiento, por lo visto el especialista necesitaba valorarme también. Unas horas después, la matrona y el ginecólogo me dicen que esto no existe... que coincide con los síntomas de una preeclampsia pero que esta solo se da preparto o intraparto... Loca me quedé, de verdad. Me pautan lo mismito y pa' casa.

Mi médico de familia de entonces también me dijo que no existía, aunque ésta también me hizo una analítica antes de terminar la cuarentena donde aparecían muchos muchos valores completamente descontrolados (el colesterol, las transaminasas, etc...) y muy altos. Ella se lleva las manos a la cabeza y me saca no sé cuantas dietas. Me dice que es por la malísima alimentación que llevo, cuando en ningún momento me ha preguntado por ella... y cuando en 2 semanas había bajado los 14kg que engordé en el embarazo. Me retira el hierro, porque según ella ya estaba todo genial a 3 semanas de dar a luz, e ignora el comportamiento de mi tiroides, siendo ya hipotiroidea antes del embarazo... Su preocupación y obsesión es que yo perdiera, por lo menos, unos 30kg... Que no digo que no me sobren, realmente en aquel momento me sobraban 13kg. Sobrar, sobran, pero consideré en aquel momento que era mucho más importante prestar atención a la razón por la cual mi tensión se había regulado pero mis piernas seguían hinchadas... unos días más, otros menos, pero ahí seguía la hinchazón y el dolor...


Mil gracias por leerme!!

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