Postparto, cuarentena, puerperio... Da igual cómo lo llamemos, pero siempre es más que 40 días...
Según la RAE el postparto es el
"período que transcurre desde el parto hasta que la mujer vuelve al estado ordinario anterior a la gestación"
Pues según esta definición yo aún, un año después de todo, no he pasado el postparto, porque no soy la misma de antes, ni física ni mental ni emocionalmente. En ningún aspecto soy igual.
La cuarentena empieza en ese momento tan maravilloso como es dar la vida a la persona más bonita, más pequeña y más deseada que hayas visto jamás. Y sigue cuando la gran mayoría de quienes te rodean solo tienen ojos para el/la chiquitín/a y se olvidan de ti. No todos, eeh? Afortunadamente no todos, pero basándome en mi experiencia, se olvidan muchos más de los que se acuerdan.
Son las típicas que te dicen: "sí, por ahí hemos pasado todas". Ea, y se quedan tan panchas cuando les has dicho anteriormente que estás hasta el gorro de los puntos, que no molestan... fastidian y mucho!!, que estás hasta las narices ya de sangrar tanto, que te sientes débil o que estás todo el día llorando...
Es un momento muy raro... Tendría que estar eufórica, rebosante de felicidad y energía pero no... Cansada hasta tus propios límites, las reservas de energía las gastaste todas el día del parto. Deberías estar de reposo, porque (a menos que seas de las afortunadas que salen sin un puntito, Enhorabuena!) de regalo tienes algunos puntitos que tienen que mantener cerrado un desgarro (el mío fue tipo II... menos mal que las hormonas me han hecho olvidar el dolor tan fino...) o una episiotomía. Debes descansar, recuperar fuerzas, estar tranquila, no moverte mucho para evitar que se abran los puntos, comer bien para que la anemia que tienes vaya cayendo en el olvido y... estar las 24h del día pendiente de una criaturita que acaba de llegar al mundo a través de ti y te necesita más que respirar. Y hay que llevarlo a la matrona a los 3 días de nacer, lo que en mi caso requirió paseo en coche... con los puntos, el sangrado, el dolor, el malestar, la inflamación de piernas... Algo no me cuadra...
¿No podrían las matronas ir a la casa del recién nacido a hacer la prueba del talón y la visita puerperal? Pregunto. Igual es que pido mucho...
Y aquí entra en juego el papel del papi.
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| Foto de Personas creado por yanalya |
Recientemente se ha ampliado el permiso de paternidad a 5 semanas. Parece que aquí en Andalucía, solo a los funcionarios, se ha equiparado el permiso de paternidad al de maternidad.
Estoy contenta por ello, muy contenta, pero me parece a todas luces insuficiente, tanto la de maternidad de 16 semanas como la de paternidad de 5.
Lo primero, porque agradecería que aquellos que no somos funcionarios nos reconocieran también el derecho de poder estar y atender al bebé y a la mamá como se merecen.
Lo segundo, Señores que mandan, alguien de vosotros ha visto cómo son las bajas de maternidad y paternidad en el resto del mundo??? Los datos los puede ver todo el mundo... Por tanto, ambas bajas deberían ser mucho más amplias, véase países como Suecia, Noruega, Reino Unido... que tienen las bajas de maternidad más amplias de Europa. Aunque en paternidad deben seguir mejorando... Por no hablar de las ayudas y facilidades que tienen estas familias...
Con una conciliación real sí se pueden traer hijos al mundo, pero, como es el caso de nuestro país, aquí hacemos lo que podemos, como podemos y cuando podemos...
Y luego, fuera de todo esto, estamos las mamás de bebés cuyos papis son autónomos de pequeñas empresas, sin empleados ni nadie que pueda cubrir sus puestos, por lo que no pueden disfrutar de su permiso de paternidad. ¿Por qué? Porque si tienes una pescadería, frutería o cualquier comercio de alimentación y cierras... los productos que tengas se van a estropear, lo que significa tirar todo el dinero invertido a la basura, y los clientes se van a ir a otros comercios, lo que significa que tus ventas bajarán. Y ninguna de estas dos cosas queremos que pasen con una criaturita recién llegada.
Y esto es lo que me pasó a mí.
Mi peque nació en jueves. Desde la noche anterior hasta el lunes por la mañana el papi estuvo con nosotros. Eso fue todo lo que pudo disfrutar antes de volver a su rutina.
Y ahí me quedé yo... con todo lo que conlleva el postparto y sola.
Por otro lado, también os tengo que decir que mi señor marido no tenía muy claro lo que se nos venía encima... Viene de una educación muy machista y, supongo yo!, que se pensaba que nada en su vida rutinaria (casa, trabajo, trabajo, casa...) iba a cambiar. Cierto es que se levanta a horas intempestivas, pero también es cierto que yo no dormía casi nada por todo lo que lloraba el chico... y más de una vez (y dos y tres...) he tenido que pedirle, por favor, que se hiciera cargo del bebé y yo pudiera cerrar los ojos 20 minutos o, simplemente, ducharme...
Al principio todo eran negativas. No me lo podía creer pero tampoco podía luchar. Mis fuerzas eran nulas... No me podía creer que mi máximo apoyo me abandonara cuando más le necesitaba. No me comprendía y yo creo, tristemente, que esos momentos no quería comprender que un hijo es de dos y que en mi cabeza no cabe que no seamos dos los que nos ocupemos de él...
Es verdad que él casi nunca está en casa, pero cuando está... Amigo, te toca.
Incluso ahora, mientras escribo estas líneas robándome tiempo de sueño, siento que no entiende que prefiera sentarme a escribir a las 6 de la mañana en vez de dormir... No entiende que desconectar y poner en orden mis ideas sea una de mis prioridades semanales. Ojo! Semanales... No lo entiende, pero tampoco me juzga. Un paso de gigante.
Después de llevar 7 meses en terapia de pareja, porque en enero no podía más con la situación y llegué al borde de todo: o hacíamos algo por salvar la relación y la familia, o cortábamos por lo sano y se acabó el hacernos daño, está todo mucho más en orden.
Parece que ha aceptado que su papel como padre es igual que el mío como madre, aunque solo las horas que le permite su trabajo (que no son muchas...). Que su papel no se limita solo a jugar con el niño cuando le apetece, que hay que hacer también todo lo cansado, porque repartido entre dos es menos duro 😉. Que él no va a reproducir el modelo de padre que tenía, ese modelo de padre ha cambiado a un modelo mucho más sano, más justo, más igualitario y más feminista. Ha sido capaz de hacer el esfuerzo (y aún nos queda por recorrer... a mí también) de cambiar aspectos muy arraigados, de manera que aquí hoy se respira tranquilidad, siento que aunque a veces no me entienda sí me apoya. Que está a mi lado, cerca.
Y sentir esa cercaría de tu compañero de vida, ese calor y esa paz, amig@s, es lo mejor del mundo.
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| Vector de Árbol creado por freepik |
Mil gracias por leerme!!^^
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