Aquel día en el cumpleaños del primo al que fuimos dije mil veces "no, no se coge al bebé" a todo aquel que me lo pedía... 3 meses y poco, una fiesta, niños y niñas corriendo, riendo, con ruido, con gente extraña... ¿en serio creéis que un bebé de ese tiempo está cómodo pasando de mano en mano? Yo creo que no... y, de paso, yo tampoco.
Dije muchas muchas veces que no se cogía, que no se tocaba, pero... y aquí está el gran pero... la abuela se empeñó, lo pidió muchas veces y las últimas no de buenas maneras, se lavó las manos y prometió que no se lo daba a nadie... Fui tonta, ¿sabéis? Muuuy tonta... pero no me gusta dar el espectáculo en casas ajenas con la familia política... Hasta que comprendí que proteger a mi hijo de cosas así no era un espectáculo, sino mi responsabilidad y obligación.
Y me diréis... ¿y Elpapi? Él relajado jugando con los sobrinos, ajeno a lo que estaba pasando...
Le di el niño a la abuela mientras yo lo observaba de cerca y, en un plis, se lo dio a una mujer desconocida... y ahí llegó la chiquilla jugando con las manos llenas de tarta, yo chillando desde donde estaba, yendo lo más rápido que pude sin llegar a tiempo, solo para ver cómo le estampaban las manos llenas de tarta y batido en la cara a mi pequeño.
Al momento empezaron a salirle ronchitas, pero cada vez iban a más cantidad y a mayor volumen. Son, a toro pasado, para mí unas ronchas muy características, aunque no habones como por desgracia he podido ver en APLV... así que, erróneamente, me dio por pensar en aquel momento que no sería reacción, que sería brote de dermatitis atópica...
Automáticamente nos fuimos y se lo conté a Elpapi quien prometió no ir más a ningún cumpleaños...
Aquellas ronchitas del principio empezaron a juntarse en grupos mucho más grandes, más abultados, por tooooda su carita... El niño empezó a no dormir bien, le picaba, le dolía... yo le ponía crema sin perfume ni alcohol, no le dolía pero tampoco le hacía nada... A los pocos días le llevé desesperada a su pediatra. Nada más verle me confirmó que era reacción por contacto con plv y que había que hacerle analítica cuanto antes, por descartar que fuese mediado...
Hidrocortisona. Es el tratamiento. Pero no se pautó bien la retirada y, cada vez que quería retirarlo, el brote volvía con más fuerza. Tres largos meses hasta que acabamos con esa reacción rebelde... muuuy rebelde...
Y la gente (familiares y desconocidos) le veían con la cara marcadita por las lesiones Y QUERÍAN TOCARLE LA CARA... e INSISTÍAN EN TOCARLE LA CARA.
Desde aquella reacción asumí que tenía que ser yo quien frenara a todo aquel que quisiera tocar a mi chico, porque aunque se no haya tocado un vaso de leche, por desgracia, casi todo lleva plv (ingrediente o traza) y no me puedo fiar de nadie porque lo que está en juego es la salud de mi hijo.
En esto Elpapi y yo somos una roca: NADIE toca a nuestro hijo. NADIE. Y esto nos cuesta tener que estar alerta siempre (a mí se me cambia la cara, el cuerpo y hasta el alma cuando se nos acerca alguien), nos cuesta tener que estar dando explicaciones porque cuando dices "no le toques, por favor!", casi siempre medio gritando y súper rápido, porque las manos son más rápidas que cualquier boca..., y la gente, medio ofendida medio confusa, te pregunta extrañada "por qué????".
Respuesta: "pues los alérgicos no reaccionan cuando les tocan, solo cuando toman leche"... tócate las narices!!! Saben más que los médicos, oiga!! Me pone negra este tema, me pone negra!!!
A partir de ahí todo tipo de comentarios tienen cabida, todos, como que yo soy una exagerada, que no es para tanto, que no puede ser alérgico porque está muy grande (esta es genial...)... La cuestión es no respetar la petición, no respetar los deseos de una madre y no respetar la salud de un bebé.
Así de claro.
El día a día lo íbamos capeando como podíamos, contándole nuestra situación a todo aquel que se acercaba, por si intentaba tocarlo, retirando al niño de las manos de quien fuera, poniéndonos en medio y agarrando las manos. Sí, señoras, no solo hay que decirlo sino que hay que agarrar las manos de personas que quieren tocar al niño aunque esté dormido y se le ha haya dicho que no se puede... Hasta 3 veces tuvimos que parar a aquella mujer...
Y con algunos familiares, casi peor que con desconocidos... No nos entienden ni quieren entendernos.
En todas las celebraciones he pedido seria y estrictamente que al niño no se le toque ni se le bese. Muchos familiares y amigos lo han respetado, muchos, y les doy unas gracias infinitas por hacernos sentir seguros, respetar nuestras decisiones e integrarnos en las reuniones. GRACIAS!!
Pero hay quien no, quien se cree con el derecho de pasar por encima de todo y de todos, de buscar ese momento de despiste y volver a tocarle. ¿Qué pasó? Pues que con 8 meses otra reacción por contacto y otro ciclo de hidrocortisona en su carita. Mi peque tiene marcas en sus mejillas por este tratamiento, venitas rojas, que ya me ha dicho la pediatra que se quedan con él...
Me duele mucho. Me duele hasta donde nada me ha dolido. Cuando lo comento me dicen "ay, qué lástima... es que ese tratamiento es muy fuerte para él!! Tendría que haber otra cosa!!" y yo respondo "sí... que no le toquen".
Y no lo entiendo, de verdad, no lo entiendo.
No entiendo cómo el egoísmo pasa por encima de decisiones tomadas para preservar la salud de un bebé. Del respeto y la empatía ya ni hablamos... porque no existe en esas personas.
No entiendo cómo no entienden un NO claro y rotundo, con lo que duele negar muestras de cariño a lo que más se quiere..., siempre con apuro, con un nudo en la garganta... pero es que resulta que su alergia no mira nada. Y quienes no le dan a esto la importancia que tiene, tampoco.
Me quejé y esos familiares dejaron de tener trato conmigo. Encima se enfrentaron a mí porque les dolieron mis palabras... muy ofendidos ellos.
Al día siguiente, otra familiar volvió a tocarle la cara mientras le comentábamos todo esto... Ya explotamos. Mucho. Muchísimo. Elpapi y yo nos despachamos a base de bien, porque no era para menos.
Y otro día dando un paseo una señora con mano muy larga le tocó la piernecita. Al otro día mi hijo tenía los dedos de esa señora señalados con ampollitas en su pierna... Y ya ese día dejé de ser cordial, dejé de ser tolerante con este tipo de gente.
Soy borde, tajante y directa. NO SE TOCA sale de mi boca mientras pongo mi cuerpo entre las personas y mi hijo. Y si me preguntan... ni contesto. NO SE TOCA Y PUNTO.
Es lo que hay, señores y señoras.
Las prioridades cambian y todo el universo cambia con ellas.
He decidido que donde no estamos a gusto, no vamos a estar.
Que donde no estamos bien y tranquilos, no vamos a estar.
Que donde nos juzguen, nos cuestionen y nos critiquen, no vamos a estar.
Porque no hay que dar explicaciones, porque quien las necesita no quiere entender y quien entiende no las necesita.
Un millón de GRACIAS a todas aquellas personas que nos entienden, que aceptan lavarse las manos con el gel hidroalcohólico que siempre llevo encima y así podemos estar tranquilos por si hay contacto, que nos ayudan a proteger al pequeño, que nos quieren, que nos respetan y que no nos cuestionan ni juzgan... Que están a nuestro lado y se unen a nuestro NO SE TOCA. Sois muchos y os doy las gracias en persona (aunque me sepa a muy poco) pero también siento la necesidad de hacerlo público, porque lo bueno hay que contarlo y difundirlo.
Se os quiere.
Mil gracias por leerme!!^^
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