Damira 2000. Primeros días.

Empezamos con Damira 2000. Y ya en la primera toma hizo caca, como las de siempre, pero qué alegría me dio... él seguía tomándoselo todo, quedándose satisfecho y expulsando los gases con normalidad, sin llantos. Pero si lo ponía en el carrito... al momento se despertaba y lloraba...si le cogía en brazos solo se calmaba en posición vertical y, lo que más le gustaba y gusta, es dar paseitos en su fular de porteo...
Sin embargo, en una de las mil pruebas para que se calmase, me di cuenta de que otra cosa que también le encantaba era el cojín de lactancia que yo usaba, tumbado recostadito en el cojín echaba siestas infinitas!!!

Y pensé... y ¿si el problema está en lo tumbado que está en el carrito? Nuestro carrito dispone de 3 posiciones de incorporado en el capazo, así que lo puse en la primera posición y acosté al pequeño después de la siguiente toma. No había niño. Dormidito y tranquilito se quedó. Qué bien sienta cuando encuentras la solución para los problemillas de tu hijo...

Yo tenía entendido que a los niños que había que tenerles incorporados eran aquellos que sufrieran de reflujo... pero mi hijo no vomitaba a caños cada toma. Lo que sí le notaba a veces era como que le daba una arcada pero no salía nada... Así que buscando por Internet de nuevo me encontré con MI MENÚ SIN LECHE donde nos hablan del reflujo oculto o reflujo silencioso y su relación con la APLV. Me volvían a cuadrar casi todos los síntomas por no decir todos... de nuevo eternamente agradecida a Silvia, quien está detrás de cada una de las entradas de esa página.

A partir de entonces, empezamos a pasar cada vez mejor los días. Ya nos avisaron de que tardaría en normalizarse todo unas dos semanas, pero algunos días antes ya estaba todo genial genial!! La caca cambió a casi totalmente líquida, pero sin trocitos blancos ni nada raro, y la hacía cada día o cada dos días. No estaba penoso ni nada. Estando incorporadito no se quejaba de nada ni le había vuelto a ver esas arcadas ni nada...

Después de esos días de prueba cogí cita para la pediatra del peque y así poder contarle todo. Al día siguiente ya estábamos en su consulta. Ella tan agradable y profesional como siempre, atenta a todo lo que le contásemos y tomando notas. Le dimos el informe del gastroenterólogo y me confirmó que tuviera reflujo oculto por el alivio que muestra al estar incorporado y por el diagnóstico de dismotilidad esofagogastrointesetinal, me dijo que podría ser por eso y por la APLV. De todas maneras, si no iba a más y así estaba tranquilo, que le dejase incorporadito y ya está. Con el tema de la caca líquida, como era solo 1 al día o 1 cada dos días, la pediatra no le dio importancia, eso sí, tenía que seguir vigilando que todo siguiera con normalidad.

También le hablé del pantobamín, la medicación que me dijo el gastroenterólogo que le diese para que se relajase... y menos mal que seguí el sentido común y así se lo expliqué a la pediatra: no quiero que se relaje y deje de llorar por una medicina, quiero que se relaje y deje de llorar porque se sienta bien... La pediatra me dijo que automáticamente tirase el tarro. Son anabolizantes para abrir el apetito y, como efecto secundario, dan un poco de sueño... Ni mi bebé necesita estimulación del apetito, porque el pobre es buenísimo para comer, ni los bebés de un mes necesitan tomar anabolizantes para nada... Según mi pediatra, nada justificaba la administración de esa medicación, solo que, tal y como yo pensaba, no había tenido en cuenta nada de lo que yo le había dicho (o eso o no había entendido nada...). La mujer no salía de su asombro... y eso es lo que pasa cuando tenemos a profesionales que no se reciclan ni hacen bien su trabajo en un campo tan importante como es la sanidad. Y ojalá fuese eso lo único que pasase...

De nuevo nos volvimos a casa con la buenísima sensación de tranquilidad que da una cita con nuestra pediatra :) Era la confirmación de que todo iba bien y a mejor. Ahora a esperar a la prueba de provocación oral...