Gracias al ciclo de educación infantil que hice en su tiempo conocía el
masaje Shantala. Un masaje relajante para los bebés (y para los adultos yo creo que también jejeje), con movimientos lentos, rítmicos y siempre hacia abajo. Además de relajar, también viene bien para los
cólicos. Realmente... un masaje que tienda hacia abajo nos viene bien para aliviar los gases y relajar al bebé, cosa que le va a venir genial pues estará seguro algo más intranquilo, sin dormir, cansado y con sueño por todas las molestias que padece. Por tanto, siempre que al bebé le resulte agradable (no tiene sentido que le demos el masaje si llora por la incomodidad o por lo que sea..) son muy beneficiosos estos masajes.
La técnica es sencilla. Nos colocamos sentadas con las piernas estiradas, bien en el suelo o en el sofá por ejemplo, y ponemos al bebé encima de nuestras piernas. Tenemos que estar cómodos los dos.
/
Empezamos por el pecho. En las manos es mejor que nos pongamos aceite (de almendras dulces o de oliva, por ejemplo), que siempre estará más calentita, a la misma temperatura que el cuerpo, que la crema corporal, que tiende siempre a ser fría. En nuestro caso vamos alternando los aceites con las cremas o, incluso, mezclándolos.
Con las palmas de las manos encima de su pecho vamos deslizándolas hacia fuera, como si estuviéramos alisando, siguiendo la línea de las costillas. Todos los movimientos deben realizarse las veces que queramos.
- Ahora subimos y bajamos las manos. Van desde la cadera izquierda al hombro derecho y desde la cadera derecha al hombro izquierdo. Las manos se van cruzando, alternándose lentamente. El canto de nuestra mano debe pasar por el cuello del bebé, masajeándolo suavemente también.
- Les toca a los brazos. Con nuestras manos ceñidas a su brazo extendido como unos brazaletes, vamos haciendo movimientos circulares, deslizando las manos desde su hombro hasta su muñeca, donde repetiremos 3 veces este movimiento. Las manos se deben ir sucediendo de forma fluida. Después, poniendo una mano en su brazo y la otra en el antebrazo, haremos suaves movimientos de torsión (una mano para cada lado). Repetir lo mismo en el otro brazo.
- Sus manitas también son importantes. Tenemos que masajearlas con nuestro dedo pulgar desde su base hasta la punta de los dedos, insistiendo en ellos con suavidad.
- Pasamos a su barriguita. Desde el esternón sin llegar a las costillas, deslizamos las manos planas hacia nosotras. El movimiento debe ser suave, una mano después de la otra, como olas, con un ritmo constante y lento.
- Sus piernas las masajearemos como sus brazos. Yendo desde la ingle al tobillo, insistiendo 3 veces en este, y luego los movimientos de torsión.
- La planta de sus pies también la masajearemos, primero con el pulgar desde el talón a los dedos y luego con toda la palma de nuestra mano.
 |
| | |
- Para masajear la espalda le pondremos boca abajo atravesado encima de nuestras piernas, teniendo la cabeza a nuestra izquierda. Con las manos planas le haremos movimientos de vaivén por toda la espalda hacia adelante y hacia atrás, una mano después de otra, bajando suavemente hacia los riñones. Después usaremos nuestra mano izquierda como si fuera un rodillo de amasar, yendo desde la nuca hasta el culete, con la mano derecha le sujetaremos del culete haciendo de tope.
- El movimiento anterior de rodillo podemos alargarlo hasta los talones, manteniendo las piernas lo más estiradas posibles. Así masajearemos también sus piernas.
- Vamos ya con la carita. El masaje ahora es más ligero aún, rozándole con las yemas de los dedos, vamos desde la frente hasta las mejillas, bordeando las cejas. Primero llegamos a las sienes, luego a las mejillas.
- Por último, masajeamos sus mejillas desde la base de la nariz, pasando por el labio superior, haciendo movimientos suaves hacia arriba y hacia abajo. Después desde los párpados del bebé bajaremos a la nariz, a las comisuras de la boca y, finalmente, a su barbilla y el cuello.
Y ya tendremos a nuestro bebé rejado, con suerte 😉
Mil gracias por leerme!! ^^
Si te ha gustado, comparte ;)
/
